Vive al día el ambulante, que se sustenta con la venta callejera de artículos de contrabando o frutas y verduras o lo que consigue de un consignatario.
Vive al día el comerciante, que vende los productos de industria nacional o importados, legal o ilegalmente.
Vive al día el micrero, que gana un porcentaje diario de la renta del dueño del micro.
Vive al día el repartidor, que deja productos a domicilio.
Vive al día el productor agrícola, que entrega sus hortalizas y sus frutas al intermediario.
Vive al día el artesano, que ofrece su manufactura sin otro capital que su mano de obra.
Vive al día el albañil, que desgasta su físico en cada jornal que levanta infraestructura.
Vive al día el estudiante, que prorratea la mesada familiar o el fruto de sus horas extras trabajando.
Vive al día… Siga Ud.
Todos, a la hora de la educación, asisten a la escuela pública.
Todos, a la hora de la superación, asisten a la universidad pública.
Todos, a la hora del dolor, asisten a la salud pública.
Todos, a la hora de la verdad, precisan maestros, médicos, enfermeras, laboratorios, asistencia social.
Todos, a la hora de la justicia, precisan fiscales, jueces, abogados de defensa pública.
Todos, a la hora de la representación, son dueños de cada uno, uno voto.
Un censo oportuno no es un capricho de las élites, sino un derecho de todos.
Un censo cada 10 años es una obligación del Estado con todos sus ciudadanos. Cuando la incumple, al primero que le falla no es al rico, sino al más vulnerable: al que vive al día.
Si el 2022 no fue -por la negligencia, la incapacidad o la excusa que se exponga-, después de 2012, todos tenemos derecho a sea efectivo el 2023.
Todos, a la hora de la verdad, tenemos derecho a ser contados, referenciados, tomados en cuenta, para que el año 2025, en el Bicentenario de Bolivia, el padrón electoral, la representación política y los recursos correspondientes a nuestros derechos, sean asignados al lugar donde estemos con legitimidad, legalidad y justicia. Todos y, especialmente, los que viven al día.
El aprecio, respeto, reconocimiento y agradecimiento de mi persona y mi familia entera por Ud. Dra. Gabriela, será por siempre.
Gracias por tanto!!!
Dios la guarde y la bendiga.