No son nuestros indígenas, ni sus indígenas.
Son los pueblos de las tierras bajas, con idioma materno y cultura propios, que viven con respeto a su entorno, a su fe, a sus costumbres.
El humo que hoy nos esconde el sol y nos ahoga es la señal nefasta de los abusos sobre las tierras bajas avasalladas, deforestadas, depredadas, por la búsqueda implacable de someter al Oriente y dos tercios del territorio boliviano, a las fauces del modelo totalitario del mitómano y sus huestes, huestes alimentadas por los adoctrinados y también por los indiferentes, los negociantes a cualquier costo y los incapaces de entender y comprender lo que ayudan a extinguir.
Salud y respeto, querido Marcial Fabricano, líder histórico de los pueblos mojeños, y a todos los integrantes de los pueblos ayoreodes, araonas, baures, canichanas, cavineños, cayubabas, chácobos, chiquitanos, esse ejjas, guaraníes, guarasugwes, guarayús, itonamas, joaquinianos, lecos, machineris, maropas, mojeño-trinitarios, mojeño- ignacianos, monkoxi (chiquitanos), morés, mosetenes, movimas, pacahuaras, reyesanos, sirionós, tacanas, tapietes, toromonas, t´simanes, weenhayek, yaminahuas, yukis, yuracares, que enriquecen la diversidad del mundo en paz y armonía.
37 días, 11ª marcha.