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Cosas que no existen

By 27/10/2020 diciembre 16th, 2020 No Comments

Naturalia. 

Véase también: Lenguaje de la Naturaleza e Intercomunicación entre el reino animal, vegetal y mineral. 

Es el sistema de redes de contacto, alerta y coordinación desarrollado en el planeta Tierra, mediante el cual los seres animales, los seres vegetales y los seres minerales se comunican entre sí en perfecta armonía. La única especie desconectada e incapaz de balbucearlo, captarlo e integrarlo es la constituida por los seres humanos.  Esta curiosa sociedad animal pierde contacto desde el momento en que sus descendientes llegan al mundo y son sometidos por sus adultos a la escala de premios y castigos de su sistema social autodestructivo, discriminador y excluyente. 

Santa Puej.

Véase también: El Gran Paitití o El Dorado.

Aldea perdida al sudoeste del Amazonas, en el subcontinente de América del Sur, equidistante entre el río Paraguay y el lago Titicaca, entre el río Bermejo y el río Iténez. Durante 400 años la habitaron alrededor de 30.000 almas de pies descalzos y pantalones cortos hasta los 12 años, y pantalones largos y guayabera desde entonces hasta el final de sus días. Dormitaban en hamacas la siesta hasta la caída del sol y los niños tenían permitido tomar y comer un guineo de la penga colgada de una de las ramas del árbol del segundo patio, si tenían hambre a cualquier hora del día, fuera del desayuno, el almuerzo, el café de la tarde y la cena.  Se desconoce otro lugar en el mundo donde se encuentre mujeres más bellas, agraciadas y dueñas de su hogar, o donde se preparen mejores horneados a base de yuca y queso, plátano y arroz ni mayor variedad de frutas los 365 días del año, ni sitio como su tierra donde se arroje cualquier semilla y crezca un bosque, un plantío o una huerta.

Hablan en elaypuej, un castellano enriquecido de modismos guaraníticos, ayoreos, chiquitanos, con algunos vocablos del quechua tropicalizados. Carnavalean de septiembre a marzo y de abril a agosto, esperan.

Desapareció hace 40 años con la modernidad. Se la devoró la fusión cultural provocada por la migración desde todos los confines de la tierra, que llegó en busca de los míticos tesoros escondidos de El Dorado. Nunca fueron hallados pero se cree que, a pesar de la extinción de la aldea, su encantamiento envuelve para siempre a quien allí nace o llega porque si se marcha, vuelve y si va de visita, se queda.  En su lugar, crece imparable una población diversa en una gran ciudad que supera los 2 millones de habitantes.

La Federal.

Véase también:  Autopistas bolivianas.

Carretera de cuatro carriles con una alameda central de paseos y árboles nativos, que comunica a la capital de Bolivia, Sucre, y la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, principal nodo económico y poblacional de este país mediterráneo de América del Sur. 

Fue iniciada en 1825 y la piedra fundamental fue colocada por el Libertador Simón Bolívar en las afueras de la antigua Charcas y por el Gral. Manuel Belgrano, comandante del Ejército Auxiliar Argentino, en la zona de El Pari, en los suburbios de la Gobernación cruceña. Gracias a esta vía de comunicación, las naciones de las tierras bajas y las naciones de las tierras altas que el Alto Perú y el Virreinato de La Plata miraban a menos, estrecharon sus vínculos de hermandad continental comprometiéndose a intercambiar minerales andinos por alimentos llaneros. Esa visionaria decisión geopolítica convirtió a Bolivia en el país más próspero e integracionista de América Latina. La carretera La Federal reduce a 120 minutos en vehículo la distancia entre ambas ciudades, lo que en tiempos de la Colonia representaba un mes en carretón por el desvío obligado por la carretera a Cochabamba.

Escrito y publicado para el III Mundial de Escritura, a fines de octubre de 2020.

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