Al ex gobernador de Santa Fe, República Argentina, lo conocí antes como Intendente reelecto de Rosario, la tercera ciudad argentina de mayor población, a la que dio un modelo horizontal de participación comunal, descentralización, atención social y salud preventiva. Del Hospital Central de Emergencias, un gran edificio con rampas para ambulancias a los cuatro lados, derivaba a los pacientes a los centros de salud según el diagnóstico. Al revés de lo que se hace en nuestras ciudades grandes. Construyó y puso en funcionamiento docenas de centros comunales y las 6 subalcaldías resolvían todos los trámites del vecino común. Si me preguntaran…
No espero nada de las multitudes aleccionadas, tampoco de las mentes fanatizadas por el poder, en realidad, no espero nada de nadie. Apenas esbozo la derrota a la que me resisto, la derrota que quieren imponer los que saben que pueden reflexionar y eligen no hacerlo, la derrota que esgrimen los que levantan su mazo para demostrar su razón en lugar de elegir cambiar su postura para contribuir a defender un gobierno transitorio imprescindible para el tránsito pacífico y democrático en medio de la adversidad acumulada.
Los sobrevivientes de la hecatombe que hizo parar al mundo tendrán la experiencia y la posibilidad de defender y proponer nuevas prioridades a las políticas de los Estados en todos los niveles. La resistencia pasará por posicionar las adecuadas y posibles antes que las engañosas y oportunistas.