Lo primero que pensé cuando Vladimir Putin dio la orden de invadir Ucrania fue en mi amiga Clarice. La recordé, entre todas las imágenes que guardo de ella, acompañada de Ulises y sentada en el final de la costanera de Leme, su barrio carioca; libro en mano, arrullada por las olas del mar rompiendo contra el morro…
A los 15 días de su huelga de hambre y a 347 días de su secuestro y privación de libertad, sin derecho a defenderse libre en un proceso justo, transparente e independiente.
Hace 90 días que es víctima de la venganza del poder político, por acción perversa de unos, por inacción perversa de otros. Hace 90 días que es prisionera política y la rehén del peor agujero negro que pueda tener la democracia: la injusticia. Hoy cumple años privada de la libertad por sus carceleros y por muchos otros que dejaron de nombrarla, borraron sus fotos de sus redes sociales, la denostan y la niegan como Pedro lo hizo tres veces antes que su Maestro fuera arrestado, juzgado y crucificado, le ponen peros a la infamia para no llamarla infamia. Hoy fue…