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¿Otra vez la amenaza de cercar Santa Cruz de la Sierra?




Los sectores violentos del Movimiento Al Socialismo (MAS), el partido político que en 2020 cumplirá 15 años en el gobierno de Bolivia y perdió el Referéndum vinculante del 21 de febrero de 2016 que proponía cambiar la Constitución Política del Estado para habilitar la posibilidad de un cuarto período de Evo Morales como presidente del país, ha amenazado con un «cerco» a Santa Cruz de persistir las protestas y las manifestaciones ciudadanas -que se realizan en todas las 10 más importantes ciudades bolivianas y en los 9 departamentos. ¿En qué consiste el cerco? Justamente hace diez años, los mismos violentos actuaron contra la población cruceña.  El entonces asambleísta departamental Delmar Méndez lo recuerda así:  «Ocurrió en septiembre de 2008 a la cabeza de Fidel Surco quien, junto a cientos de campesinos armados por el gobierno central, desafiaron con tomar la ciudad para frenar el movimiento autonomista y contrarrestar los multitudinarios cabildos. Provistos de armas y municiones marcharon desde el Norte y, a su paso por Portachuelo, asesinaron a un profesor y mataron a un unionista cuando circulaban por Warnes. Para evitar caer en manos de esta horda asesina, en Santa Cruz de la Sierra hubo gente que buscó cómo defenderse y proteger a sus familias. El momento fue propicio para que el gobierno infiltre, entre el temor y la desesperación, un grupo de bolivianos y extranjeros con experiencia militar que ya los había traído antes y a los que asesinó después en un céntrico hotel de Santa Cruz. Los acusó de terrorismo y separatismo y armó un caso que le sirvió para perseguir, encarcelar, amedrentar y exiliar a decenas de dirigentes locales, generando confusión y enfrentamiento interno. El “cerco” fue la estrategia de provocación. La gente aquí cayó en la trampa y con el miedo acabó la euforia autonómica. Santa Cruz quedó dividida, enfrentada y adormecida durante 10 años. Al cabo de una década, nuevamente se levanta Santa Cruz exigiendo democracia y la historia se repite… El cerco otra vez cerca.»




Antes que semejante determinación en busca de confrontación sea avalada por la dirigencia del MAS, considerando que han pasado diez años y los resultados además de imprevisibles respecto a la seguridad de las personas e inútiles con relación a la defensa de la democracia que ha unido a las mayorías de Bolivia, pensemos en un «cerco» más amable con las siguientes condiciones:

 Que impida el ingreso de los minibuses al 4º anillo
 Que entonen o que aprendan las direcciones de la ciudad los que hacen transporte público sin conocerlas
 Que lleven como bandera su NIT o su aporte como empleados o unipersonales a las AFPs
 Que lleven como escarapela el certificado de que trabajan dentro de un mercado (si están fuera, sirve una papeleta provisional indicando que son parte del traslado de mercados)
 Que escupan el bolo en su bolsillo, no en la calle
 Que pasen la prueba del alcoholímetro, como los poquitos que en un par de rotondas fueron la excepción del paro ciudadano
 Que porten bolsas para recoger la basura que hagan
 Que una vez realizado el cerco, vayan a descansar a sus casas
 Que respeten los espacios públicos, que no son lugar de colchones ni carpas
 Que la Policía los despeje con cuidado sin gasificarlos ni masacrarlos como a los médicos en Pailas
 Que sepan que con cerco o sin cerco, #BoliviaDijoNo y en lugar de perder el tiempo, busquen el candidato democrático que los represente el 2020 hasta que Evo esté habilitado en 2025.

En 12 años, demuestren los sitiadores que aprendieron algo en el proceso de cambio porque nosotros, por ejemplo, ya no le tenemos miedo a los que los mandan. Somos los llamados por el Vicepresidente «clasemedieros decadentes» y «satélites apolíticos», somos trabajadores y ciudadanos como ustedes, perdiendo el tiempo (como ustedes) en las guerras mentales que inventan los que están arriba a costa de todos.

 Notita. Si vienen con los pies desnudos pero verdes y con palos, cachorros de dinamita y armas, no vale. Están haciendo trampa.



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