Nacidas el 16 de julio -con dos años de diferencia- y hermanas desde 1977, nos unió la secundaria, el compañerismo, la complicidad, el rock, Enyd Blyton, Alfred Hitchcock y Los tres investigadores, Hermann Hesse, Soren Kierkegaard, Friedrich Nietzche, las familias inmigrantes, el desarraigo.
Hicimos nuestras vidas lo mejor que pudimos y nos guió el amor por sobre todas las cosas. Nos equivocamos muchas veces y salimos airosas.
Cuarenta años después nos seguimos abrazando como cuando los desamores y los sueños nos encontraban en el aula o en Equipetrol.
Gracias, Diana Pey Tumanoff, por estos días de conversación inextinguible y risas estrepitosas. Sobrevivimos y seguimos iguales.
Ni una sola idea y ninguna pasión pudieron echarlas por tierra. Seguimos adelante, enteras y diáfanas, porque hay mucho dentro que bulle con el fuego de esa adolescencia que nunca se acaba.